¿Quien soy?
Gracias por estar acá, regalándome un poco de tu tiempo virtual.
Soy Vivi, tengo 30 años, brasilera con raíces indígenas y criada en Uruguay. Eterna aprendiz y profundamente enamorada de la vida. Nací bajo una luna nueva, con el Sol y la Luna en Tauro, y un ascendente en Sagitario que me impulsa a buscar, a moverme y a seguir aprendiendo.
Mi camino con el yoga comenzó hace más de 12 años, en una clase a la que llegué casi por casualidad. Recuerdo haberme sentido torpe, rígida y confundida... pero al mismo tiempo profundamente tocada. Había algo ahí que no entendía con la mente, pero que mi cuerpo y mi alma reconocían como verdadero. Desde entonces, el yoga no dejó de acompañarme.
Con el tiempo, muchos viajes y profesores que me tocaron profundamente, fui descubriendo que el yoga no era solo una serie de posturas, sino una filosofía profunda, un mapa para vivir con más presencia y sentido. Me sumergí en su mitología, en los textos antiguos en las asanas desafiantes… y sobre todo, en esa búsqueda silenciosa hacia adentro.
Hoy, el yoga es mucho más que una práctica: es una forma de estar en el mundo.
Hace cinco años comencé a compartir clases, y hace tres decidí volver a la universidad para estudiar Fisioterapia. La combinación de ambas me regala una mirada integral y amorosa sobre el cuerpo donde combino la sensibilidad del yoga con el conocimiento científico del movimiento.
Lo que comparto en cada espacio es un reflejo sincero de mi proceso: imperfecto, vivo y en constante transformación.
Viví algunos años y recorrí gran parte del Sudeste Asiático. Me empapé de su cultura, su humildad y sus sonrisas sinceras. En ese viaje, tan externo como interno, descubrí que mi hogar siempre estaba en la práctica.
La respiración y las asanas, puertas de entrada al cuerpo, fueron mi primer acceso a lo sutil, a ese mundo interno que habita en cada uno de nosotros. Con el tiempo, fui explorando otras formas de movimiento que hoy también integro en las clases que comparto.
Curiosamente, la mejor forma que encontré de aprender fue enseñando. Séneca decía: “Mientras enseñamos, aprendemos”, y en mi camino, esa frase cobra sentido cada día. Cuanto más comparto, más aprendo. Cuanto más doy, sin buscarlo, más recibo.
Mi propósito es simple pero profundo: inspirar a cada persona a explorar su mundo interior, a reconocer su poder de sanación y a conectar con esa fuente infinita de amor que vive dentro. Gracias por permitirme hacerlo.
"Vivi es un ser de luz! Desde la primer clase con ella no quise dejar nunca más, siempre deseando que llegue el día de la próxima práctica! Con una paciencia única y amor incondicional en todo lo que hace, te trasmite una pasión por el yoga que es maravillosa!"
Lety
Excelentes las clases con Vivi! Ella muy amorosa y gran profe!
Sus clases me ayudan mucho a conectar con mi cuerpo, a tomarme un momento para mi, y estar presente.
Súper recomendable!"
Agos
Las clases de Vivi son un mimo al alma y a tu cuerpo. Experiencia que recomiendo absolutamente, excelente profesional !!!!
Alfonso
"Me encanta! Hace más de un año práctico con vivi y fue un cambio positivo para mi vida en varios aspectos. Es un ser muy dulce, les recomiendo que prueben a practicar con ella"
Flor